Es un queso suave que se funde muy bien, y aunque la receta es sencilla, la mezcla de los ingredientes le da un sabor y textura que hacen la delicia de los amantes del queso. ¡No os lo podéis perder! Con una cervecita bien fría, resulta un aperitivo o cena informal de picoteo muy recomendable.
Y si sigues una dieta Paleo, símplemente acompañalo con tostadas de pan de espelta.
- Una rodaja de Queso Provolone de 250 gr.
- 1 Tomate grande maduro
- 2 dientes de ajo
- Orégano
- Hierbas Provenzales
- Pimienta
- Sal
- Un chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Modo de Hacerlo:
- En el fondo de la cazuela de barro ponemos un poquito de aceite de oliva.
- Cortamos el tomate a trocitos pequeños que ponemos en la cazuela y, además reservamos 8-9 rodajas finas.
- Salpimentamos el tomate y le añadimos el ajo picado.
- Esparcimos el orégano y las hierbas provenzales sobre el tomate.
- Conectamos el horno para precalentar, unos 10 minutos a 250º.
- Colocamos la rodaja de queso sobre todos los ingredientes y la rodeamos con el tomate que habíamos reservado.
- Ponemos un poquito de sal sobre el tomate de alrededor del queso, y sobre éste, esparcimos un poco más de pimienta recién molida, orégano y hierbas provenzales.
- Metemos en el horno precalentado y horneamos a 250º entre 15 y 20 minutos con calor sólo bajo primero, para pasar a gratinar unos minutos, antes de que finalice el tiempo.
- Sacamos del horno y con mucho cuidado de no quemarnos, colocamos la cazuelita de barro sobre un plato para llevar a la mesa inmediatamente.
- Acompañaremos con rebanadas finas de pan tostado.
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Loles Cf